miércoles, 2 de febrero de 2011

El declive del Super 8

Cámara de video Beta

A comienzos de los años 80, las cámaras de 8 mm fueron desplazadas por las de vídeo. Este nuevo sistema de registrar imágenes barrió en poco tiempo a la cinematografía de aficionado. A partir del año 1981, pocas fueron las cámaras nuevas sacadas al mercado. Se hizo algún que otro esfuerzo notable con la aparición de una generación de cámaras Auto Focus, que automatizaba el hecho de tener que enfocar los objetos filmados.

Vídeo Beta. Años 80.
En breve tiempo fueron cerrando o reconvertiéndose las fábricas de cámaras y proyectores para súper 8. Más allá del año 1983, quedaron testimonialmente algunas fábricas que seguían produciendo. Hoy en día el fabricante inventor del Súper 8, la empresa Kodak, sigue produciendo película virgen en este formato. Una empresa británica, Derann Films sigue editando algunas películas comerciales en este formato. El único material que se puede conseguir ya es siempre de segunda mano. No se fabrica nada nuevo.

martes, 1 de febrero de 2011

Las películas comerciales en Súper 8

 El formato Súper 8 popularizó el mundo audiovisual en los hogares pudientes de finales de los 60 y durante los 70. Además su comodidad de uso hizo que se convirtiese en un elemento imprescindible en los lugares colectivos, como los colegios, hospitales, centros públicos y cualquier sitio relacionado con colectivos amplios. Así pronto las productoras cinematográficas licenciaron sus películas más famosas para editar copias en este formato. Los salones de las casas y los de actos se utilizaron para realizar sesiones. Éste formato permitió mover muchas películas en alquiler que iban pasándose de sesión en sesión. Algunos, con un precio bastante elevado para la época, comenzaron a iniciar colecciones cinematográficas. 

Casi todas las películas con importante tirón popular conocieron una versión en Súper 8. Junto al proyector de diapositivas el proyector de Súper 8 se convirtió en un importante aliado de estamento docente a la hora de hacer la formación más amena.




Su versatilidad permitió que llegase a convertirse incluso en un juguete. El Cinexin era un pequeño proyector que funcionaba con pilas, construido con un material plástico naranja, muy resistente, y que contaba con un mecanismo de proyección manual. Las películas para el juguete se vendían aparte. Éstas iban enrolladas en una bobina sin fin, diseñada para evitar tener que rebobinar, lo que hacía sencillo el juego.